Saber que estás haciendo lo correcto, que estás edificando en el lugar adecuado es muy dífícil. Estará todo bien colocado donde debe estar. En un principio todo está punto, nada se desmorona, se le ve futuro a esa gran casa que empieza a construirse, pero...¿qué pasa si uno de los cimientos falla? El edificio se cae, se destroza, se hace añicos. Bien porque hubo fuego, pero ahí quedan cenizas; bien porque hay un terromoto (existen terceras personas) o bien porque existe la tormenta. Cuando alguien enmpieza a diseñar algo tiene que tener muy claro todo lo que puede ocurrir, el problema es, ¿eso es vivir? ¿Se disfruta pensando en todas las consecuencias? De momento llevo entendido que no.
Al igual que son impredecibles los elementos naturales, lo son las demás cosas en realidad.
Mi conclusión es: deja que sea un bueno arquitecto el que construya tu vida, pero cuídalo, si se va la gran casa empieza a desmoronarse. Como me han dicho hace poco: "no puedo seguir sin mi arquitecta".