23 de enero de 2012

Cuando empiezas a andar por el camino, todo es firme, seguro, nada te hace dudar. Vas avanzando, continuas, no te paras...No puedes pararte. Y de repente llegas a un río con piedras. Pisas la primera, es firme y no te hundes, ni siquiera te mojas los pies. Sigues andando, pisando piedra por piedra... Hasta que de pronto, una de ellas duda si dejar que te caigas o no. No sabes qué hacer, nunca te has visto así. Pero te repones, respondes bien y piensas: "La siguiente no me dejará caer". Sorprendentemente es así, no caes; la roca es más firme que nunca. Y continuas, pisas una y otra y otra más... Estaba claro, la piedra nunca se había hundido. =) SÓLO HAY QUE SEGUIR EL CAMINO FIRME Y SEGURO. 


1 comentario:

Jose González dijo...

Si confías, si tienes las cosas claras, no te hundirás por culpa de ninguna piedra.