Y algo te tira de un brazo, del otro, de las piernas, te dice cómo pensar, cómo andar, qué decir, qué hacer...
Y de repente, el tiempo se para un sólo y único segundo, el suficiente para darte cuenta de que eres libre en realidad. Entonces te desprendes de esas cuerdas que te tiran y manejan, que te ahogan hasta el punto de decir basta. Basta, basta, BASTA!
J'aime la liberté. Je veux ma liberté.
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